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lunes, 22 de enero de 2007

Barranco Itobal - Teno Alto - Bco de las Cuevas (Unión Montañera Añaza)

Domingo 21 de enero de 2007
Quedamos en la terminal de Guaguas de La Laguna a la 8:30 de la mañana, el día prometía, por fin el tan esperado alisio hacía acto de presencia haciendo desaparecer esa calima que nos había acompañado toda la semana, en su lugar una brillante luz que nos acompañaría durante todo el día.

Acudieron a la cita ocho compañeros: Javi. Zori, Verónica, Conchy, Sandra, César, Mabel y el que escribe estas líneas, Castellano. Tras repartirnos en los coches, tomamos rumbo a la primera parte de esta actividad, la gasolinera de Texaco, cerca de San Juan de la Rambla, allí realizamos una inspección al bocadillo del mes, y comprobamos que el nivel sigue alto, por lo que decidimos mantener las tres *** en la guía de chiringuitos del Añaza. A lo largo de esta larga jornada, tuvimos oportunidad de inspeccionar tres lugares más, todos ellos de modo satisfactorio, comprobando que los altos criterios de calidad establecidos en jornadas anteriores, no sólo se mantienen con los años, sino que además se incrementan.

Llegamos al punto de inicio del camino junto a la cooperativa agrícola de Luz Teno y nos preparamos para salir, eran las 10:45 cuando dábamos los primeros pasos por el barranco de Itobal, por un camino que sube junto a la Ermita de San Mateo, antigua construcción en avanzado estado de ruina. Ya desde el inicio Javi, dejaba entrever sus grandes dotes para la interpretación del camino, campo a través, montaña arriba, y “caminante no hay camino....”, serían las voces que oiríamos durante el trayecto cuando tras alguna curva, dejábamos la traza original, para seguir lo que en principio era el buen camino pudiendo comprobar algunos metros más adelante nuestro error.

Mientras avanzábamos y llegábamos al primer repecho, nos quedamos todos boquiabiertos al observar el majestuoso paisaje que se nos presentaba delante de nosotros, un profundo barranco con inmensas paredes casi verticales, un lugar inesperado para los que visitábamos este sitio por primera vez, tras una breve parada para sacar fotografías y elogiar las riquezas paisajísticas de esta tierra continuamos la marcha rumbo a la Presa de Itobal.

La presa de Itobal, está totalmente apelmazada debido a la compactación de los áridos arrastrados por el cauce del barranco, por lo que se nos presenta como un llano colonizado actualmente por algunas especies primarias que prepararán el terreno para posteriormente, dar paso al cardón y la tabaiba, especialmente la tabaiba morisca, que es la especie más abundante por estos lugares. En este punto ya habíamos reconocido a la lengua de gato, planta que por su cara opuesta al sol, presenta un tacto similar a de la lengua del animal del que recibe el nombre, fuimos varios los que recibimos el particular lengüetazo de ésta en nuestros brazos, esta especie la encontraríamos en gran número durante todo el recorrido.

Tras un ligero refrigerio, para reponer sales marca Lays, continuamos, ¡cómo no! Campo a través, en dirección a las inmediaciones del lugar conocido como El Frontón, donde tomaríamos la pista que nos llevará hasta Las Casas de La Mulata. Dado que ya habíamos andado por lo menos 1,5 Kms, por la pista, decidimos dejarla justo cuando se encuentra asfaltada, y nuevamente atravesamos el terreno casi perpendicular a ésta, rumbo a la colina que teníamos enfrente, en búsqueda del tagoror que se encuentra al final del Barranco del Risco o Bujamé. En este punto el grupo se divide, y mientras unos cuantos cogemos por el lado norte de la montaña, otro grupo continúa por el lado sur de la misma, encontrándonos nuevamente en la carretera de Teno Alto, justo donde existe un cartel que indica la dirección de La Mulata. A tenor de la verdad, el grupo que salió en busca del Tagoror, no dio con él, aunque si que disfrutó de unas bellas vistas, y un camino más fresquito que el grupo disidente formado por Verónica, Zori, Sandra y César, a favor de este grupo, el camino que tomaron era el más corto.

Con el grupo al completo recorremos los últimos metros que nos quedan para llegar a Teno Alto, donde somos recibidos por el olor característicos de las carnes a la brasa, por lo que, pese a intentarlo, no pudimos resistirnos a sentarnos todos en una mesa, y darnos un homenaje gastronómicos degustando un buen escaldón de gofio, una estupenda ensalada, un potaje de verdura y la sabrosa y siempre festiva, carne fiesta.

Nos costó un gran esfuerzo, abandonar este lugar, un aire frío empezaba a circular con cierta velocidad por la montaña y éste, junto a la pesadez que aquellas viandas provocaban en nuestro castigados estómagos, invitaban a acurrucarse en la plaza todos junto para recibir abrigo y descansar, por suerte (o por desgracia, según se mire) el sentido común imperó, nos colgamos nuestros morrales y tomamos rumbo al lugar donde habíamos dejado los coches.

Avanzamos con paso lento, como queriendo amoldar nuestros cuerpos de nuevo al camino, al principio casi no hablábamos, cada uno acompañado tan sólo con sus remordimiento por los alimentos ingeridos en exceso y pensando que siempre nos pasa lo mismo.

El descenso lo hacemos por la vertiente del Barranco de las Cuevas, según la cartografía consultada. Tras los primeros momentos de indecisión y ya tomado el camino adecuado, fuimos bajando el barranco sin apenas dificultad, paralelo a una pista que abandonábamos ocasionalmente, para atajar sus curvas por un sendero labrado sobre un milenaria colada basáltica.

Un mirador natural y el final de la pista, al fondo, las llanuras de Teno, con el faro a la Izquierda, un pequeño muro construido en piedra seca, hacen de cortaviento y refugio, para sentarnos y tomar las últimas fotos, no sin temer por los fotógrafos que se atreven a abandonarlo para tomar unas instantáneas del grupo. Continúa un sendero, bien marcado, que nos dejará junto a los coches.

Un estupendo recorrido y un gran día para recorrerlo, pero aquí no acaba la fiesta, comentarios sobres las bondades del caminos, y sus paisajes y alternativas para las horas siguientes, son las voces que se escuchan por todos lados, al venir vemos que hay romería en Los Silos, dado que El Aderno está en los Silos, nos parece una excusa perfecta para pasar por allí y tener un poquito de fiesta, Conchy nos deja, y César y Sandra se lo piensan por el camino.

Al llegar a Los Silos, visita cultural para ver trajes típicos, y visita no menos cultural para visitar El Aderno, César y Sandra, han reflexionado y están ya allí, decir que dejamos el lugar sin existencias es algo que puede parecer exagerado, pero es totalmente cierto: cafés con leche, cortado y dulces, son nuestra merienda. Al terminar, César y Sandra nos abandonan definitivamente, sólo los valientes permanecimos y acudimos al reclamo de la música verbenera que tocaba en la plaza, por lo que no nos quedó más remedio que bailar unas piezas, gran final de fiesta.

Ya de noche, y de nuevo en el coche rumbo a Santa Cruz, y dado que el baile nos abrió el apetito, convenimos en pasar por Santa Ursula a degustar unas chuletas, con papas fritas y una ensalada.

Al final, llegamos a casa a las 22:00 horas de un día repleto de actividades y acompañadas en todo momento por las risas y el buen ambiente.









Añadidas fotografías de la actividad, puedes verlas pulsando aquí.

Para preservar la intimidad de las personas que salen en las fotografías y evitar que éstas puedan circular por la red libremente, deberás mandarme un email a jcastellanof@gmail.com, donde pueda identificarte, y te enviaré un correo con un vínculo donde podrás acceder y descargar las fotografías libremente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Palicoso!

Anónimo dijo...

Hola José Castellano,
sabes cual es el origen del nombre Itobal?? O de donde puede provenir ese nombre?
Muchas gracias.

Castellano dijo...

Me temo que desconozco el origen del topónimo.

Un saludo

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