La pista de la Choza de la loca, es una de las pistas clásicas para la Bicicleta de Montaña, parte por la pista de Boca del Valle en las Lagunetas hasta La Choza de la Loca o Orticosa, donde cogeremos la carretera TF-4133, que sube desde Arafo hasta la carretera dorsal C-824, como a 500 m. del cruce de ésta última.
Una vez allí, cogeremos dirección a La Esperanza y a 200 m, cogeremos una pista a mano izquierda, que nos llevará hata la pista de Siete Fuentes, cogiendo en el cruce a la derecha, nos acercará de nueva a la C-824 y de allí al punto de inicio.
nose
domingo, 7 de diciembre de 2008
sábado, 20 de septiembre de 2008
Gaston Rebuffat
Hielo, nieve y roca es sin duda uno de los mejores manuales sobre escalada que han habido, yo lo ojeaba cuando aun no tenía edad para escalar y memorizaba cada una de aquellas fotografías, intentado interiorizar todos los movimientos necesarios que tan bien se describian.
Nació en mayo de 1921 en Marsella, él y sus contemporaneos revolucionaron la técnica del montañismo, entre sus principales escaladas destacan las clásicas de los Alpes: espolón Walker de las Jorasses, el Drú, el Cervino, la cima grande del Lavaredo y el mítico Eiger. En 1950 formó parte de la expedición que conquistó por primera vez el Annapurna (8.051 metros), primer ochomil ascendido, y en la que había hombres de la categoría de Maurice Herzog, Louis Lachenal o Lionel Terray.
Rebufatt, murió en 1985, victima de un cacer.
Reino de luz y silencio
Gaston Rebuffat
El futuro alpinista ya lo ha adivinado: las montañas sólo viven por el amor de los hombres. Son bellas por muchas razones, pero también gracias al fervor de un muchacho. La técnica debe estar al servicio del entusiasmo, de lo contrario reduce el mundo de la alta montaña a las proporciones de un gimnasio. ¡Qué larga resulta la marcha que conduce a las cumbres!
Allá donde las casas, y después los árboles y, a continuación, la hierba desaparecen, nace un reino estéril, salvaje y mineral; sin embargo, en su pobreza extrema, en su desnudez total, ofrece una riqueza que no tiene precio: la felicidad que se descubre en los ojos de los que lo frecuentan.
El alpinista ha de tener músculos fuertes, dedos de acero, una técnica perfecta, aunque todo eso no sean más que herramientas. Sobre todo ama la vida, y sabe que el aire a 4.000 metros tiene un sabor particular, pero que hay que ganárselo. Mientras que muchos individuos se contentan cada día más fácilmente, el hombre en cambio tiene que mostrarse exigente consigo mismo: no puede gustarle una forma de paz que sólo sea la ausencia de vida. "Donde existe una voluntad, hay un camino". No le basta con existir, quiere vivir; no vivir peligrosamente, algo fácil y ponzoñoso. ¡Tiene un cuerpo y un alma! Las altas cumbres le proponen acción y contemplación; ayudan a los hombres a despertar sus sueños dormidos.
Pero la belleza de las cimas, libertad en los grandes espacios, la relación familiar con la naturaleza y los rudos placeres de la escalada resultarían mustios y hasta amargos sin la amistad de la cordada: amistad fraternal, hecha de amabilidad, de entrega, de alegrías y luchas compartidas.
Con frecuencia pienso en Moulin y cómo me inició. He realizado algo más de mil ascensiones en todas las épocas del año; en ocasiones tengo la impresión de que la montaña es mi reino y, pese a ello, cada vez que suelto mis cadenas, me siento muy bien y experimento ligeros escalofríos.
Como Moulin antaño, ahora "sé", pero aunque hubiese escalado todas las cimas por todos los itinerarios, nunca conocería la totalidad de ese mundo que amo; siempre estaré en camino.
Fragmento de La montaña es mi reino. Ed. Desnivel.
miércoles, 6 de agosto de 2008
Juan Diego Amador
Como no incluir a nuestro compañero Diego Amador, en esta ralación de "Viajeros Celebres". Es el primero Canario en alcanzar uno de los "ochomil" el Cho-Oyu (8.201m.)
Ha colaborado a que más gente se interese por este deporte en Canarias y ha ayudado a racionalizar la relación entre el montañismo y la sociedad.
SU WEB
...[Licenciado en Geografía, trabaja como profesor de enseñanza secundaria desde el año 2000. Comienza su contacto con la montaña desde bien temprano practicando senderismo en las Islas Canarias y recorriendo las principales cordilleras del país. Su insaciable inquietud viajera le ha llevado a visitar las principales cordilleras del Planeta.]...
Fuente: juandiegoamador.com
Ha colaborado a que más gente se interese por este deporte en Canarias y ha ayudado a racionalizar la relación entre el montañismo y la sociedad.
SU WEB
...[Licenciado en Geografía, trabaja como profesor de enseñanza secundaria desde el año 2000. Comienza su contacto con la montaña desde bien temprano practicando senderismo en las Islas Canarias y recorriendo las principales cordilleras del país. Su insaciable inquietud viajera le ha llevado a visitar las principales cordilleras del Planeta.]...
Fuente: juandiegoamador.com
lunes, 4 de agosto de 2008
Gus Errante
Gus, partió hace cuatro meses desde Tenerife, rumbo a sus sueños, un viaje alrededor del mundo.
En este blog, Gus nos va narrando todas sus experiencias y sensaciones allí donde le llevan sus pasos, os aseguro que no tiene desperdicio.
GUS ERRANTE
Con Gus, abro un apartado con links de viajeros, cuyos relatos me han dejado un buen sabor de boca.
En este blog, Gus nos va narrando todas sus experiencias y sensaciones allí donde le llevan sus pasos, os aseguro que no tiene desperdicio.
GUS ERRANTE
Con Gus, abro un apartado con links de viajeros, cuyos relatos me han dejado un buen sabor de boca.
lunes, 21 de julio de 2008
martes, 18 de marzo de 2008
Taganana - Afur - Tamadite - Taganana
Domingo 16 de marzo de 2008
¡Calor!, es la palabra que mejor define la ruta del pasado fin de semana, Taganana – Afur – Tamadite, ¡mucho calor para esta época del año!.
Esta actividad forma parte del calendario anual del grupo Unión Montañera Añaza, a la misma acudimos diez personas. La mayoría probaba por primera vez una excursión con el grupo: Mónica, Txinto, Pepi, Ramón, Luis, Encarna y una compañera de trabajo de Ramón son los nuevos y Javi aventura (ex javi Hospitén) Carlos Melilla y el que escribe, Castellano como miembros del grupo.
Quedamos como es habitual en el Parque de la Granja para salir sobre las 9 de la mañana en dirección a Taganana, donde comenzaremos a caminar a las 9:48 en dirección a las Dos Torres de Afur, no corría brisa, la atmósfera cargada de calima, hacía la subida aún más pesada, el paso era lento ya desde el inicio y el sudor bañaba nuestros rostros sofocados, sólo al llegar a la zona de Monteverde tuvimos algo de sombra al tiempo que subía la humedad del ambiente.
La bajada hacía Afur, fue algo más llevadera, del barranco subía en ocasiones algo de aire fresco, que calmaba el calor, aunque lo que realmente calmó el calor, fue las cervezas consumidas en José Cañón, junto con un plato de garbanzos y queso, estuvimos un rato allí sentados, hasta que decidimos continuar hasta Tamadite.
El descenso del Barranco de Tamadite se resolvió si dificultad, en algunos puntos corría algo de aire fresco, que nos aliviaba. Nos encontramos con algunos grupos de personas que subían, entre ellos a algunos miembros del Grupo Montañero Tenerife, por sus caras y sus comentarios, estaba claro que la subida no era tan agradable como la bajada y que las temperaturas hacían mella en sus capacidades físicas.
Próximos a la playa, a la vista de una gran charca de agua con una pequeña cascada, unos cuantos, animados por Carlos Melilla, decidimos darnos un chapuzón y así refrescarnos mientras los otros, con cierta envidia, nos miraban desde la orilla.
Descanso en la playa, algunos también se animaron con el baño y continuamos, esta vez en sentido ascendente para coger el camino dirección a Tachero, por suerte, una nube tapó el sol y pudimos hacer el resto del camino, aunque con calor, sin el sol dándonos de lleno.
Al llegar de nuevo a Taganana, más cervezas y algo para comer en Casa Picar y regreso de nuevo a Santa Cruz.
Día más propio de verano, con calor, pero con muy buen ambiente risas y fiesta de los que espero con el tiempo se conviertan en nuevos compañeros del Grupo.
Como final a este relato, quiero despedirme de nuestro compañero Javi ventura (ex Javi hospitén) que en los próxmos días comienza su deseado viaje por el mundo. Ya en Tamadite parece observar el horizonte que se le avecina y se despide de Anaga por un tiempo.
¡Calor!, es la palabra que mejor define la ruta del pasado fin de semana, Taganana – Afur – Tamadite, ¡mucho calor para esta época del año!.
Esta actividad forma parte del calendario anual del grupo Unión Montañera Añaza, a la misma acudimos diez personas. La mayoría probaba por primera vez una excursión con el grupo: Mónica, Txinto, Pepi, Ramón, Luis, Encarna y una compañera de trabajo de Ramón son los nuevos y Javi aventura (ex javi Hospitén) Carlos Melilla y el que escribe, Castellano como miembros del grupo.
Quedamos como es habitual en el Parque de la Granja para salir sobre las 9 de la mañana en dirección a Taganana, donde comenzaremos a caminar a las 9:48 en dirección a las Dos Torres de Afur, no corría brisa, la atmósfera cargada de calima, hacía la subida aún más pesada, el paso era lento ya desde el inicio y el sudor bañaba nuestros rostros sofocados, sólo al llegar a la zona de Monteverde tuvimos algo de sombra al tiempo que subía la humedad del ambiente.
La bajada hacía Afur, fue algo más llevadera, del barranco subía en ocasiones algo de aire fresco, que calmaba el calor, aunque lo que realmente calmó el calor, fue las cervezas consumidas en José Cañón, junto con un plato de garbanzos y queso, estuvimos un rato allí sentados, hasta que decidimos continuar hasta Tamadite.
El descenso del Barranco de Tamadite se resolvió si dificultad, en algunos puntos corría algo de aire fresco, que nos aliviaba. Nos encontramos con algunos grupos de personas que subían, entre ellos a algunos miembros del Grupo Montañero Tenerife, por sus caras y sus comentarios, estaba claro que la subida no era tan agradable como la bajada y que las temperaturas hacían mella en sus capacidades físicas.
Próximos a la playa, a la vista de una gran charca de agua con una pequeña cascada, unos cuantos, animados por Carlos Melilla, decidimos darnos un chapuzón y así refrescarnos mientras los otros, con cierta envidia, nos miraban desde la orilla.
Descanso en la playa, algunos también se animaron con el baño y continuamos, esta vez en sentido ascendente para coger el camino dirección a Tachero, por suerte, una nube tapó el sol y pudimos hacer el resto del camino, aunque con calor, sin el sol dándonos de lleno.
Al llegar de nuevo a Taganana, más cervezas y algo para comer en Casa Picar y regreso de nuevo a Santa Cruz.
Día más propio de verano, con calor, pero con muy buen ambiente risas y fiesta de los que espero con el tiempo se conviertan en nuevos compañeros del Grupo.
Como final a este relato, quiero despedirme de nuestro compañero Javi ventura (ex Javi hospitén) que en los próxmos días comienza su deseado viaje por el mundo. Ya en Tamadite parece observar el horizonte que se le avecina y se despide de Anaga por un tiempo.
¡¡MUCHA SUERTE!!
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Unión Montañera Añaza
domingo, 9 de marzo de 2008
Camino Las Lecheras - Barranco de Tahodio
Distancia recorrida: 19,20 Km
Texto: Mabel Fernández
Fotografía: José Castellano
Después de hacer uso de nuestro derecho al voto, David, Cristina (dos nuevos integrantes del grupo), Plácido, Castellano y Mabel, comenzamos esta actividad del calendario oficial del Grupo Unión Montañera Añaza sobre las 9.30 de la mañana, partiendo de Cueva Roja en Barrio Nuevo, municipio de S/C de Tenerife. Esta cueva fue en su momento una cantera de “tosca colorada”.
El camino toma su nombre del uso que le dieron las lecheras de Jardina, que lo recorrían para transportar la leche hasta Santa Cruz.
El camino discurre entre tabaibas y cardones propios del piso de vegetación en el que nos encontramos. Predomina en muchos tramos el color rojizo del almagre (tierras rojizas formadas por oxidaciones del hierro que contienen al ser quemadas por las lavas) y existen numerosas cuevas debido al proceso erosivo en la base de las coladas. En estos primeros metros de la ruta disfrutamos de unas fantásticas vistas sobre Santa Cruz.
Pronto nos encontramos en Valle Tabares, donde se sitúa una de las escuelas de escalada más visitadas de la isla. Después de dar cuenta de cortados y algún que otro bocadillo (Plácido), nos dirigimos hacia el Barranco del Valle de Carmona, preparándonos para el azote de las garrapatas y abejas que nos anuncian en el propio Bar y días antes otros compañeros.
Ascendemos por una pista de tierra, junto a algunas casas y tierras de cultivo y nos sorprendió encontrar varios hermosos ejemplares de alcornoques.
Pasamos por delante de una casa blanca de planta rectangular, y tras una curva amplia a la izquierda, abandonamos la pista por un sendero que pasa por detrás de una construcción en ruinas. Llegamos hasta el cauce del barranco que cruzamos por los restos de un dique.
Desde allí, seguimos ascendiendo, en ocasiones campo a través por evitarnos pista y llegamos hasta una cerca que atravesamos. Tras recorrer unos 500 metros nos encontramos en una degollada desde donde divisamos las cumbres de Jardina y La Vega Lagunera que hoy lucen especialmente en tonos brillantes debido a la calidad de la luz que nos ha acompañado en todo el recorrido.
Por evitar las abejas y garrapatas tomamos una alternativa al camino que traíamos, llegando sanos y salvos a nuestro destino inicial: Jardina.
Como terminamos temprano, barajamos algunas opciones para seguir caminando. Al final decidimos bajar por el Barranco de Tahodio. A partir de aquí, David no pudo acompañarnos, que pena…
Las palabras “calamares en la Escuela Náutica” hizo que nuestros pies fueran ágiles, raudos y veloces hasta ese destino, ahora sí, final.
Mapa del recorrido
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jueves, 7 de febrero de 2008
SL-TF 296 La Mesa - SL-TF 296.2 Barranco Chacorche
SL- TF 296 Araya- La Mesa
SL- TF 296.2 Barranco Chacorche- Igueste de Candelaria
Descrito por Mabel Fernández
Distancia recorrida: 12,5 km.
Desnivel: 500 metros
El martes de carnaval algunos miembros del grupo Unión Montañera Añaza nos propusimos salir a hacer una ruta no muy larga por la zona de Candelaria utilizando dos senderos locales recientemente señalizados. El día barruntaba lluvia y unos nubarrones cargaditos asomaban a nuestros ojos en el trayecto de la autopista.
Comenzamos en Araya (350 m.) sobre las 10 de la mañana, lloviendo, no a cántaros, solo lluvia agradable de sentir. Pronto tuvimos que irnos desprendiendo de ropa porque subiendo ya se sabe que el cuerpo entra en calor rápidamente y, además, la ligera lluvia cesó enseguida.
Este recorrido ofrecía la posibilidad de disfrutar de una magnífica vista del Valle de Güímar, pero tendremos que volver con tiempo despejado. Parte de este sendero nos permitió caminar por el Espacio Protegido “Parque Natural de la Corona Forestal” y en el trayecto pudimos apreciar algunas de las especies representativas de los pisos de vegetación Tabaibal-Cardonal y Pinar. También pudimos observar las huellas de la
importante actividad agropecuaria que antaño tuvieron estas tierras, cultivadas principalmente de cereales, frutales y viñas. Destacaría los típicos abancalamientos del terreno, los empedrados del camino, las ruinas de la Casa de La Mesa y los corrales tradicionales. Todo esto aderezado con foto aquí, foto allá; bombón va, bombón viene; risa viene y broma va. Tengo que hacer mención de un bichejo llamado mantis religiosa escondido en unas magarzas y que perfectamente mimetizado hizo las delicias de los fotógrafos.
Llegando a los 800m de altitud, comenzamos el descenso hacia el cruce que nos conducirá hacia el segundo de nuestros destinos. Durante la bajada, el tiempo mejoró increíblemente, pudiendo deleitarnos con espectaculares vistas, pero no pudimos despistarnos demasiado porque el suelo estaba plagado de escarabajos.
La segunda parte de nuestra ruta consistió en la subida a la Galería Chacorche, situada en el Barranco del mismo nombre. Éste se encuentra estrechamente vinculado a la cultura de la captación, canalización y aprovechamiento de las aguas subterráneas desde la primera mitad del siglo XX, con la apertura de la galería de Chacorche en 1930 y la construcción de los dos canales más importantes que atraviesan el municipio: el Canal Río Portezuelo y el Canal de Araya.
En las laderas del barranco observamos un espectacular Cardonal-Tabaibal y en los bordes del camino pudimos ver Mato Risco y Magarzas.
Después de un interminable kilómetro de pista iniciamos el ascenso a la derecha por un sendero bien marcado y que nos hará adentrarnos en un espectáculo increíble de paredes vertiginosas, salpicado con el colorido de la incipiente floración de los
almendros. Los ecos del barranco se mezclan ahora con el sonido de los pájaros que habitan en estos parajes. Por un momento pareció que nos adentrásemos en un país encantado.
Finalmente llegamos a la Galería de Chacorche donde pudimos observar el perfecto estado de conservación de todos sus elementos y nos hizo trasladar hasta ese momento
de nuestra historia reciente. Este trabajo de recuperación fue llevado a cabo por la Concejalía de Desarrollo Rural del Ayuntamiento de Candelaria.
Una vez que curioseamos por aquí y por allá, por allá y un poco más, nos dispusimos a desandar lo andado y llegar hasta la Plaza de Dimas Coello, en Igueste de Candelaria.
Como nota crítica, decir que el último tramo merece un cero patatero para las autoridades competentes, pues está plagado de todo tipo de escombros y basuras degradantes del medio, alguno de nosotros nos llevamos incluso pulgas a casa. El impacto visual que nos produjo hizo ensombrecer lo que nuestras retinas acababan de captar.
SL- TF 296.2 Barranco Chacorche- Igueste de Candelaria
Descrito por Mabel Fernández
Distancia recorrida: 12,5 km.
Desnivel: 500 metros
El martes de carnaval algunos miembros del grupo Unión Montañera Añaza nos propusimos salir a hacer una ruta no muy larga por la zona de Candelaria utilizando dos senderos locales recientemente señalizados. El día barruntaba lluvia y unos nubarrones cargaditos asomaban a nuestros ojos en el trayecto de la autopista.
Comenzamos en Araya (350 m.) sobre las 10 de la mañana, lloviendo, no a cántaros, solo lluvia agradable de sentir. Pronto tuvimos que irnos desprendiendo de ropa porque subiendo ya se sabe que el cuerpo entra en calor rápidamente y, además, la ligera lluvia cesó enseguida.
Este recorrido ofrecía la posibilidad de disfrutar de una magnífica vista del Valle de Güímar, pero tendremos que volver con tiempo despejado. Parte de este sendero nos permitió caminar por el Espacio Protegido “Parque Natural de la Corona Forestal” y en el trayecto pudimos apreciar algunas de las especies representativas de los pisos de vegetación Tabaibal-Cardonal y Pinar. También pudimos observar las huellas de la
importante actividad agropecuaria que antaño tuvieron estas tierras, cultivadas principalmente de cereales, frutales y viñas. Destacaría los típicos abancalamientos del terreno, los empedrados del camino, las ruinas de la Casa de La Mesa y los corrales tradicionales. Todo esto aderezado con foto aquí, foto allá; bombón va, bombón viene; risa viene y broma va. Tengo que hacer mención de un bichejo llamado mantis religiosa escondido en unas magarzas y que perfectamente mimetizado hizo las delicias de los fotógrafos.
Llegando a los 800m de altitud, comenzamos el descenso hacia el cruce que nos conducirá hacia el segundo de nuestros destinos. Durante la bajada, el tiempo mejoró increíblemente, pudiendo deleitarnos con espectaculares vistas, pero no pudimos despistarnos demasiado porque el suelo estaba plagado de escarabajos.
La segunda parte de nuestra ruta consistió en la subida a la Galería Chacorche, situada en el Barranco del mismo nombre. Éste se encuentra estrechamente vinculado a la cultura de la captación, canalización y aprovechamiento de las aguas subterráneas desde la primera mitad del siglo XX, con la apertura de la galería de Chacorche en 1930 y la construcción de los dos canales más importantes que atraviesan el municipio: el Canal Río Portezuelo y el Canal de Araya.
En las laderas del barranco observamos un espectacular Cardonal-Tabaibal y en los bordes del camino pudimos ver Mato Risco y Magarzas.
Después de un interminable kilómetro de pista iniciamos el ascenso a la derecha por un sendero bien marcado y que nos hará adentrarnos en un espectáculo increíble de paredes vertiginosas, salpicado con el colorido de la incipiente floración de los
almendros. Los ecos del barranco se mezclan ahora con el sonido de los pájaros que habitan en estos parajes. Por un momento pareció que nos adentrásemos en un país encantado.
Finalmente llegamos a la Galería de Chacorche donde pudimos observar el perfecto estado de conservación de todos sus elementos y nos hizo trasladar hasta ese momento
de nuestra historia reciente. Este trabajo de recuperación fue llevado a cabo por la Concejalía de Desarrollo Rural del Ayuntamiento de Candelaria.
Una vez que curioseamos por aquí y por allá, por allá y un poco más, nos dispusimos a desandar lo andado y llegar hasta la Plaza de Dimas Coello, en Igueste de Candelaria.
Como nota crítica, decir que el último tramo merece un cero patatero para las autoridades competentes, pues está plagado de todo tipo de escombros y basuras degradantes del medio, alguno de nosotros nos llevamos incluso pulgas a casa. El impacto visual que nos produjo hizo ensombrecer lo que nuestras retinas acababan de captar.
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