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domingo, 9 de marzo de 2008
Camino Las Lecheras - Barranco de Tahodio
Distancia recorrida: 19,20 Km
Texto: Mabel Fernández
Fotografía: José Castellano
Después de hacer uso de nuestro derecho al voto, David, Cristina (dos nuevos integrantes del grupo), Plácido, Castellano y Mabel, comenzamos esta actividad del calendario oficial del Grupo Unión Montañera Añaza sobre las 9.30 de la mañana, partiendo de Cueva Roja en Barrio Nuevo, municipio de S/C de Tenerife. Esta cueva fue en su momento una cantera de “tosca colorada”.
El camino toma su nombre del uso que le dieron las lecheras de Jardina, que lo recorrían para transportar la leche hasta Santa Cruz.
El camino discurre entre tabaibas y cardones propios del piso de vegetación en el que nos encontramos. Predomina en muchos tramos el color rojizo del almagre (tierras rojizas formadas por oxidaciones del hierro que contienen al ser quemadas por las lavas) y existen numerosas cuevas debido al proceso erosivo en la base de las coladas. En estos primeros metros de la ruta disfrutamos de unas fantásticas vistas sobre Santa Cruz.
Pronto nos encontramos en Valle Tabares, donde se sitúa una de las escuelas de escalada más visitadas de la isla. Después de dar cuenta de cortados y algún que otro bocadillo (Plácido), nos dirigimos hacia el Barranco del Valle de Carmona, preparándonos para el azote de las garrapatas y abejas que nos anuncian en el propio Bar y días antes otros compañeros.
Ascendemos por una pista de tierra, junto a algunas casas y tierras de cultivo y nos sorprendió encontrar varios hermosos ejemplares de alcornoques.
Pasamos por delante de una casa blanca de planta rectangular, y tras una curva amplia a la izquierda, abandonamos la pista por un sendero que pasa por detrás de una construcción en ruinas. Llegamos hasta el cauce del barranco que cruzamos por los restos de un dique.
Desde allí, seguimos ascendiendo, en ocasiones campo a través por evitarnos pista y llegamos hasta una cerca que atravesamos. Tras recorrer unos 500 metros nos encontramos en una degollada desde donde divisamos las cumbres de Jardina y La Vega Lagunera que hoy lucen especialmente en tonos brillantes debido a la calidad de la luz que nos ha acompañado en todo el recorrido.
Por evitar las abejas y garrapatas tomamos una alternativa al camino que traíamos, llegando sanos y salvos a nuestro destino inicial: Jardina.
Como terminamos temprano, barajamos algunas opciones para seguir caminando. Al final decidimos bajar por el Barranco de Tahodio. A partir de aquí, David no pudo acompañarnos, que pena…
Las palabras “calamares en la Escuela Náutica” hizo que nuestros pies fueran ágiles, raudos y veloces hasta ese destino, ahora sí, final.
Mapa del recorrido
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