[El Grupo Montañero Choya es un colectivo de amantes de la naturaleza que practican distintas modalidades tanto deportivas, como tradicionales entre las que se encuentran el Senderismo, el Salto del Pastor Canario , el Montañismo o la Escalada entre otras. El grupo tiene una especial sensibilidad por la revalorización y recuperación de tradiciones de nuestra tierra, dándole también vital importancia al carácter deportivo de sus actividades.]
Esta es la presentación que podemos encontrar en la página web del Grupo Montañero Choya. Sintetiza en pocas palabras un modo de sentir el medio natural: Los montañeros, que más allá de la mera práctica deportiva y llenar el tiempo de ocio cada fin de semana, debemos acercarnos a la naturaleza con ánimo de leerla, de interpretar cada rincón, cada montaña, de observarla detenidamente para entenderla, como si de una amante se tratara y tuvieramos que descubrir cada uno de los rincones de su cuerpo. Debemos observar el camino que pisamos y pensar que éste no está ahí para hacer deporte, ¿entonces?, ¿por qué está aquí este camino?, ¿a dónde lleva?, ¿para qué servía?, ¿quíen lo hizo?- Cada muro de piedra que encontramos, cada acequía, cada atarjea, las eras, las galerias, cada una de ellas tienen una razón de ser. Nuestro gran problema es no saber leerlo y acudir a la montaña sólo a contemplar el paisaje.
El encuentro se realizó en la plaza que está junto a la Iglesia de San Juan Bautista, en El Lomo de Arico a las 8:30. Poco a poco nos fuimos congregando en la plaza hasta formar un nutrido grupo de unos 20 participantes. Tras las presentaciones de los nuevos, los saludos de los que ya se conocen y el “cortadito” mañanero de los “cafeinómanos” más adictos, nos fuimos repartiendo en coches para dirigirnos hacia Los llanos de La Fuente.
Ya con las mochilas sobre los hombros, tomamos un sendero en dirección oeste, atravesando un pequeño barranco conocido como el Barranco Yarosa, hasta llegar a las Chozas Hueso Caballo, un lugar formado por un cercado de piedras sin techo y usado tradicionalmente para el ordeño de cabra, según nos contaron.
Dejamos las Chozas atrás y nos dirigimos dirección Nne hasta llegar a la pista de El Contador que atravesamos. En este punto seguimos por un sendero justo al otro lado de la curva, éste, descenderá próximo al cauce del Barranco de Yarose por un antiguo sendero no muy marcado hasta encontrar de nuevo la pista de El Contador. Desde allí avanzaremos en dirección a la cumbre por unos 50m hasta llegar a la entrada de un sendero igualmente mal dibujado y que exige un poco de atención para no pasárselo por alto.
Llegamos al cauce del Barranco de Juan Marrero, justo donde éste se encuentra con la Pista del Barranco del Río, seguiremos por ésta, dirección Oeste durante unos 4,5km.
La pista, lejos de hacerse monótona, supone una gran oportunidad para que Urbano Cano, buen conocedor de toda esta zona, nos vaya dando indicaciones y narrando singularidades de los sitios por lo que vamos pasando. Así descubrimos La Galería de Guajara y la Fuente de las Gotas, en el Barranco de Las Gotas, nos habla de sus paredes llenas de culantrillo, del lugar conocido por Salto Los Riscos, unas impresionantes paredes que divisamos encima de nosotros mientras avanzamos.
Atravesamos el Camino de la Cumbre, el mismo que lleva hasta Camas Verdes y vemos la atarjea del Riachuelo, sustituida por una tubería galvanizada. Ya se ven las impresionantes paredes del Barranco de El Río. En la otra vertiente, la pista de Madre del Agua, siempre separada de la de Madre de El Rio por un puente que comenzó a construirse y que fue paralizado al comienzo de su ejecución por la presión de distintos grupos ecologistas. A la izquierda, un sendero nos llevará hasta el cauce.
El sonido del correr del agua por el barranco nos recibe y un pequeño pero constante hilo va saltando entre las piedras, dejando atrás un sinfín de charcos de diversos tamaños que forman en su conjunto un bello paisaje. La vegetación típica del sur se nos muestra ahora en todo su esplendor, motivada por la presencia del agua que corre constantemente por el cauce de este barranco, que alcanza la clasificación hidrográfica de “Río intermitente”. Vemos pequeños bosques de Sauces Canarios.
Tras un breve descanso, continuamos aguas arriba. A partir de este punto, no existe un sendero claro y marcado, en ocasiones habrá que vadear el riachuelo, y saltar entre piedras. En principio, el barranco se nos presente estrecho y angosto, rodeado de grandes paredes verticales que amenazan con derrumbarse en cualquier momento, de esto dan fe algunos restos recientes que vamos encontrando. En esta zona, el Barranco de El Río, cede su nombre a favor del Barranco de Pasajirón.
Poco a poco, el barranco se abre formando un valle hasta llegar frente a dos grandes gargantas formadas por el Barranco el Fuerte a nuestra derecha y el Barranco El Río que recupera su nombre, a la izquierda. Seguimos aguas arriba y a unos 500 metros vemos la entrada de la galería Risco de Ala, justo bajo el risco que lleva su nombre. Al fondo ya intuimos la cascada, objetivo final de esta ruta, pero antes tenemos que atravesar un enorme derrumbamiento de piedras de gran tamaño que nos obliga, en ocasiones, a hacer uso de las manos para poder trepar por ellas.
Ante nosotros aún jadeando con fuerza por el último esfuerzo, se nos muestra la cascada, una gran cicatriz en la inmensa pared vertical con formas irregulares de la que cae un pequeño hilo de agua hasta una poceta de agua fría. El sol, que a duras penas logra hacer pasar un rayo de su luz, sobre algunos puntos, hace que el espectáculo sea aún más increíble.
Unos minutos de descanso para recuperar fuerzas, comentar el camino y liberar el espíritu, para que corra libre por este bello entorno natural, pronto habrá que atraparlo en nuestro cuerpo para emprender el camino de vuelta.
Bibliografía:
- http://www.choya.es/site/
- Rescate de Toponimia de Cartográfica de Canarias
1 comentario:
Estupenda compañía, día espectacular, para repetir.
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